Las leyes más restrictivas sólo provocan más abortos, concluye un estudio

20/01/2012 - 6:27 am

Un estudio mundial publicado por The Lancet revela hoy que hay más interrupciones del embarazo en donde los gobiernos aplican leyes más restrictivas. Criminalizarlo, dice la publicación (retomada por el diario español El País) “es una estrategia cruel y fallida y conlleva más riesgos para la madre”.

“Si un Gobierno quiere reducir la tasa de abortos y el riesgo para las mujeres en edad reproductiva, no debería prohibirlos. Tampoco restringir demasiado los supuestos en los que se permite”, dice la publicación The Lancet, que es la líder mundial en revistas de medicina general y de revistas especializadas en Oncología, Neurología y Enfermedades Infecciosas.

La publicación revela que la tasa de abortos es menor en los países con leyes más permisivas, y son más numerosos donde la intervención es ilegal o está muy limitada, aunque las mujeres deban recurrir a clínicas clandestinas y poner en peligro su salud.

El estudio afirma también que 47 mil mujeres murieron por complicaciones relacionadas con el aborto en 2008 en el mundo.

“Aprobar leyes restrictivas no reduce la tasa de abortos”, afirma Gilda Sedgh, autora del estudio, “pero sí aumenta la muerte de mujeres”.

“Condenar, estigmatizar y criminalizar el aborto son estrategias crueles y fallidas”, manifiesta también Richard Morton, director de The Lancet.

Los autores alertan, señala El País, de que el notable descenso en la tasa mundial de abortos que se produjo entre 1995 y 2003 se ha parado, al tiempo que han aumentado los realizados en condiciones peligrosas.

En ese periodo, la tasa de abortos por mil mujeres en edad reproductiva (entre 35 a 29 por 1,000 mujeres entre 15 y 44 años, la considerada reproductiva). Luego se detuvo.

Según Sedgh, ello se debe a que no se ha producido ningún avance en la presencia y utilización de métodos anticonceptivos.

“Hay que invertir más en planificación familiar”, pidió la investigadora, que firma el estudio con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los autores concluyen que “las leyes restrictivas no están asociadas con tasas más bajas de abortos”. Por ejemplo, Suráfrica, que lo legalizó en 1997, tiene la más baja del continente.

“Las leyes no modifican el número de abortos, porque una mujer que se ve obligada a abortar buscará el camino que sea”, afirmó a El País Javier Martínez Salmeán, jefe de Ginecología del hospital madrileño Severo Ochoa.

“Si el Gobierno quiere disminuir los abortos, debería reducir los embarazos no deseados”, continúa. Martínez cree que las políticas de educación sexual son mucho más efectivas que un cambio legal.

Donde sí inciden las leyes de forma muy directa, señala el diario español, es en el número de intervenciones que comportan un alto riesgo para la salud. Su proporción no ha dejado de aumentar en el mundo en los últimos 13 años, y representan un 49% del total.

“Casi todas (un 98%) se realizan en países pobres, mientras que en Europa y América del Norte son casi inexistentes. La OMS define estas operaciones como las llevadas a cabo ‘por un individuo que no tiene la formación necesaria o en un ambiente que no cumple con los mínimos requisitos médicos'”, dice El País.

Las operaciones suelen ser seguras en los países en los que el aborto está permitido, y peligrosas en los que las leyes son más restrictivas, señala el estudio.

“Incluso en los países en desarrollo que han aprobado leyes más progresistas, los abortos ilegales tienden a representar menos riesgos que en el resto”, dice el estudio.

“En Sudáfrica, el número de muertes relacionadas con los abortos cayó un 91% tras la liberalización”, explica Sedhg.

“Las tasas de aborto de un país la explican diversas razones, entre las que tiene mucho que ver la educación sexual”, afirma Isabel Serrano, presidenta de la Federación de Planificación Familiar en entrevista con El País.

No solo es la ley, sino el nivel de “aceptación de la sexualidad” y de acceso a los métodos anticonceptivos.

“La Ley de Salud Sexual y Reproductiva no ha disparado las interrupciones del embarazo, a pesar de que algunos decían que iba a ser un coladero. Los jóvenes no sustituyen los anticonceptivos por el aborto”, reflexiona Serrano en la entrevista con el diario.

La presidenta de Acai, Francisca García, coincide, dice El País, en que “las leyes restrictivas no disminuyen las tasas de aborto ni garantizan la salud de la mujer”. “En Holanda, donde el aborto está permitido hasta las 24 semanas y sin condiciones, la tasa es la más baja de Europa”, dice García.

Los expertos The Lancet afirman que el aborto farmacológico ha ayudado a salvar vidas: “El aumento el uso de medicación ha contribuido probablemente al descenso en la proporción de abortos clandestinos que resultan en la muerte de la madre”.

“El aborto farmacológico ha aumentado en todo el mundo, tanto en intervenciones legales como clandestinas”, afirman los autores de la investigación.

Casi uno de cada cinco embarazos acabaron en aborto en el mundo en 2008, último año con datos fiables. A pesar de que la tasa se ha mantenido estable, ese año se produjeron 2,2 millones más de abortos que en 2003 debido al aumento de la población mundial. El número de interrupciones voluntarias del embarazo descendió en 600 mil en los países ricos desde 2003, pero aumentó en 2,8 millones en los países en desarrollo, dice El País.

A pesar de las cifras, el aborto sigue siendo tabú en muchos países, según el director de The Lancet. “Mi experiencia me dice que la sola mención del tema genera una fuerte reacción visceral en cualquier discusión”, explica. “La estigmatización y la censura de este tema es frecuente en las agencias y comisiones internacionales”, concluye el estudio deThe Lancet.

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas